Inicio de Curso

Las primeras personas en pasar por aquella puerta, son los chicos y chicas que se toman demasiado enserio el colegio o sus padres han decidido que era hora de deshacerse de ellos. No han soportado el verano mirando como cada uno de ellos hacía y deshacía tal como se les pegara la gana, o tal vez, eran como yo, que debían de mantener en alto el significado de la responsabilidad. Me quedo de píe frente a mi taquilla mientras acomodo todos los libros que iba a necesitar este año, mucha literatura, otro poco de historia y si añadimos aquella biblia de matemáticas, creo que con eso nos bastaría, pero las asignaturas siguen a lo largo de la lista de mi horario. Suspiro al momento de sacar la carpeta con aquel discurso que había preparado, cierro con firmeza y me vuelto hacía la oficina del director, que, no se si se le puede llamar suerte, está cruzando el pasillo. Genial, aparte de tener que estar al pendiente de lo que mis queridos compañeros necesitaban, también me sentía la niñera personal del director, ya que sus secretarias no servían para nada. Abro la puerta y camino despacio hacía la puerta del final, dos toques y me adentro. Dejo la carpeta sobre el escritorio, cerca de él y tomo asiento, manteniéndome siempre recta, tal como me habían enseñado en aquellas clases de modales que me había obligado a tomar.

-Señorita Orsini, un gusto verla por los pasillos de nuevo ¿Ha mirado que tenemos nuevos estudiantes?.- mi ceño de frunce ¿ahora también tengo que estar al pendiente de los nuevos? Pero deshago esa frustración de inmediato.

-Claro que si, demasiados, para mi gusto-Es solo una opinión personal, debe de saber que siempre me ha gustado que las cosas se mantenga en su lugar y con una sobrepoblación, eso sería casi imposible. Me pongo de píe -Su discurso señor, o por lo menos las ideas principales que me ha pedido en la junta con los padres- aquella que se hace cada año antes de entrar a clases. -Si no le molesta, creo que iré a controlar la entrada al auditorio-Y sonriendo, y un “disculpe” salgo como si no hubiera nada en peligro de guerra. Tal vez, era yo la que no podía mantener el orden en mi misma.

Los pasillos se han llenado poco a poco, parece como si las autoridades hubieran desaparecido de pronto, o como si no tuvieran la oficina del director en frente, en realidad, es solo que el primer día de clases uno se muestra tan él, tan autentico, sin tener presiones de calificaciones, aunque sé que no les importa, pero a mi si me importa. Saludo a mis compañeras del año pasado, aquellas que se sentaban a mi lado en la asignatura de Ingles Británico, y me preguntaban cosas acerca de Jim, yo respondía cada una de sus preguntas como si no hubiera mañana, sonreía, pareciendo enamorada, inclusive soltaba un suspiro tras otro, siempre manteniendo aquel espejo, espejo les prohibía mirar por detrás, continúo por el pasillo, había que arreglar la cortina principal del escenario, para que no tuviera problemas a medio inicio, había que dar el recorrido a los nuevos, además…Pasan un brazo por sobre mis hombros y me hacen dar la vuelta, por un momento me he llegado a tensar, pero enseguida de que escucho el balón contra el piso, me relajo, es Jim. Sonrío como si fuera la princesa en su sueño y sigo caminando a su lado, mientras me pregunta si podíamos hacer algo después de clases. Lo cierto es que comenzaba a adorarlo, era atento y siempre hacía lo que yo quería, no me defraudaba, ni siquiera intentaba hacerlo. Popular, deportista, aunque no se que puedo decir de sus notas, simplemente no me atrevo a mirarlas. Termino diciéndole que había cosas que organizar, lo entiende y me suelta, dejando un beso en mi mejilla antes de irse con sus amigotes. Acomodo la falda tableada gris que llevo esta mañana, luego el suéter un tono más oscuro que cubre parte de la camisa blanca, parezco una colegiala, pero lo soy, debo de ceñirme al papel que tengo en este instituto.

Hago como si no hubiera pasado nada y regreso al camino que me llevaría hacía el lugar al que de verdad quiero ir, no sé si es por la oscuridad que me dará un poco de privacidad por un leve momento o porque de verdad quiero que todo salga bien. Pero el timbre suena y todos comienzan a desaparecer, miro el reloj que está en mi muñeca izquierda, no puede ser, había calculado el tiempo de modo que habría hecho lo del auditorio antes de tener que entrar a clases. Esos minutos de habían convertido en insignificantes segundos ¿será que sigo sin regresar a la realidad? Las palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza, se supone que ya lo había superado. Acelero el paso mientras me busco un hueco entre los estudiantes que caminan en la dirección contraria al auditorio, cuando me doy cuenta de que han decidido no mirarme, yo hago lo mismo, luego puedo decirles que tenía que entregar algo a la Sra.Ginna, aquella que se encarga de la planificación de todo lo que era el tiempo de conferencia. Claro, porque soy pequeña y por más que pedía permiso, no me lo concedían, pueden sentirse culpables después, al darse cuenta de los moratones que me pudieron haber dejado si me tiraban al piso.

Una de las peores clases de mi vida, si me lo preguntan, no es que no me gustara la materia, quiero decir, todas las materias me agradaban de una u otra forma, por los profesores, por el sistema, por el tiempo, el tema, la plática, la forma de exposición, las tareas que mantienen mis tardes ocupadas…pero las risas tontas que me obligan a fingir la mía, claro, a lo largo de los años he aprendido una mejor forma de valorar la actuación, o por lo menos, saber cuando mi risa es forzada y cuando no. Pongo atención, hago apuntes y rio tontamente al mismo tiempo ¿eso se puede? Al parecer lo he hecho en mucho tiempo, aunque antes era un poco más fácil, podía tener mi tiempo de descanso, ahora, bueno, sé que puedo hacerlo sola, pero no es lo mismo, tendría que buscar un nuevo lugar, donde no tenga que mirarlo tanto tiempo o iba a volverme loca, enserio. Al momento en que termina la hora, tomo con cuidado la carpeta y el cuaderno, guardo la pluma negra en el bolsillo de mi falda tableada y salgo entre las charlas de mis compañeros. Me despido momentáneamente, porque definitivamente necesito aire. Camino por el borde del pasillo, intentando esconderme de las miradas de los demás, ese tipo de situaciones no son posibles cuando el profesor de Literatura me retiene a medio pasillo preguntando que iba a ser del club de debate, ya debería de saberlo, quiero poner los ojos en blanco y decirle que no sea idiota, aunque es un profesor, sonrió de buena gana mientras caminamos de a lado, yo platicándole el nuevo sistema que se me había ocurrido este verano, siempre para mejorar la participación de cada uno de los integrantes.

Al final, hemos entrado a la cafetería-comedor, donde la multitud se reúne para elogiar las más divertidas vacaciones, estoy preparando la historia de mi verano, en donde debería de incluir a Jim la mayoría parte del tiempo, pero no sé si les sea suficiente, claro que no. El profesor desaparece o más bien, lo dejo en cuanto decide que es mejor ir a la sala de los profesores a intentar integrarse con el alumnado, suelto una risa de burla, que la toma como de comprensión y entonces me doy la vuelta dispuesta a salir de ahí, pero de nuevo ¿no se cansa? Claro que no ¿Qué es lo que quiere? Por supuesto que el dejarme tranquila no está en sus planes. Pero tampoco puedo echarle la culpa de esa forma, era mía, por haber decidió pasar de la etapa en que podía estar tranquila solo por aquella noche, aquella noche que ni siquiera debí de haber salido de casa. Dejo que me guie de la mano hasta la mesa en donde están sentados sus amigotes, ya con todo mi humor instalado en la leve capa de mi piel, dejo que mi lado positivo salga, el poder reírme fácilmente de los chistes malos que hacen. Y el hablar con cada uno de los presentes es lo que tomo como supervivencia.

Me encuentro sentada a lado de Jim, mientras su brazo cae por sobre mis hombros ¿Qué se supone que se hace en esta mesa? ¿Hablar de la siguiente temporada? No me lo creo, es verdad. Comienzo a sentirme más tranquila en cuanto Jim se atreve a susurrar en mi oído, diciendo que solo será por esta hora, que en compensación de que por la tarde no pueda salir con él, me lo tomo enserio, así que termino por vitorear los resultados del año pasado. Cuando la comodidad comienza a quedarse, es cuando aparece, el hermano de Alek. Aquel rubio rompecorazones, que solo juega…que diga, que es el amor de cada una de las chicas del colegio. Me recargo en el torso de Jim en cuanto me mira de aquella forma, no tengo porque sentirme culpable de lo que sea que haya pasado, ya paso. Tomo el refresco que descansa sobre la charola de Jim, al parecer se ha encargado de llevar comida para dos, y eso comprueba que si puede pensar, no solo para él, aunque no termino por asegurarlo. Bebo un poco de refresco mientras todo comienza a tranquilizarse, pero aparece, quiero ahogarme con el refresco y deshacerme del brazo de Jim, pero no es lo correcto, así que como todas las veces, mantengo la calma.

Giro al oído de Jim para preguntarle si la oferta de esta tarde sigue en píe, logro que sonría un poco, pero entonces aparece aquella rubia mejor amiga de Alek, Laura, si, la recordaba. Es de aquellas veces que no se cómo tomarme las cosas, o tal vez, es que llevaba demasiado tiempo sin descansar la actuación. Mi novio responde que si, antes de comenzar a hablar animosamente de la nueva temporada, vale, se ha olvidado de que existo, o al menos hasta que acabe de relatar las nuevas jugadas. Dejo el refresco y vuelvo mi atención a la plática que Aline mantiene a mi otro lado. Habla de la temporada de moda, genial, es hora de llamar la atención de mi querido novio.
-Entonces ¿Qué te parece que nos veamos después de tu entrenamiento?-digo lo suficientemente alto como para que me ponga atención, detiene su repertorio y se gira un tanto a mí, le dedico una sonrisa inocente. -Estoy segura de que los deberes pueden esperar-No tendría porque convencerlo, en realidad, es tan fácil hacerlo, que me da pena que los demás piensen que se deja controlar. Debería de darle un poco de crédito antes de que lo deje, ¿lo dejare?. Asiente con una sonrisa tonta antes de intentar plantar un beso en mis labios, giro un poco para que lo plante en mi mejilla, no se porque lo he hecho. No he mirado en dirección de los rubios, no me atrevo, no por pena, no por vergüenza, se que comenzare a pensar en las veces que necesitaba aire fresco y el único que lo comprendía, era él.

Yo la quería. A esa chiquilla asustadiza que antes sse colaba en mi habitación. Y a esta otra chica, más madura de lo que su edad o su actitud indicaba a veceds, esta en la que se había convertido. La chica pícara y segura de si misma. Las quería a ambas, pero a veces...a veces no podía seguirla o entenderla. ¿Imaginarla desnuda? ¡Valgame dios¡ Entonces me dí cuenta de que solo bromeaba y sonreí para replicar en voz baja.

- A veces, Lerman...creo que te gusta molestarme...no más lecciones de anatomía, gracias, tengo bastante con los desfiles en el pasillo cada vez que mi hermano se olvida de que también vivo allí...si lo que quieres es quitarte la ropa en clase y que a más de uno le de un infarto buscate a otro como excusa...

Me espera fuera en la siguiente hora, se lo agradezco, sabe qu eno me gusta ir solo hasta la cafetería, siempre se te acerca alguien intentando captarte para alguna actividad extraescolar, no es lo mío, a mi me gusta salir de aqui y olvidarme hasta la mañana siguiente. Cuando Laura va a mi lado, sin embargo, no se acercan, es otra de las ventajas de ser el mejor amigo de una chica con la lengua ácida.

- ¿Besar a dos gemelas no sería cómo repetirse? no sé...creo que uno de los dos debería centrarse en tomar apuntes, y me da que tú no estás por la labor, has estado medio ida en casi toda la última hora...

No quería, realmente no me apetecía sentarme tan cerca de ella y su nuevo novio, pero por alguna extrañeza del destino eso es precisamente el único momento del día en que mi gran hermano, el muy ocupado para saludarme o desayunar a mi lado esta mañana, ha escogido para prestarme algo de atención, así que me levanto y le suplico a Laura que me acompañe. No sé si puedo solo. Me siento a su lado, pero en el instante que lo hago el gran hermano centra su atención en otra cosa, excepto para constatar nuestro derecho a estar allí. Cuando nombra a Laura como mi novia lo miro de hito en hito. El beso de Laura en mi mejilla es perfectamente natural, pero lo suyo...

- Alex- digo con un gesto, entre resignación y mala leche, no puedo dejar de notar que todo lo que me concierne al parecer le importa un bledo, tanto como para esto...-esta es Laura, la conoces desde que eramos crios...

No puedo entender cómo ha podido no recordar su nombre o que era mi mejor amiga. Si siempre lo ha sido. ¿Es que tan poco se fija en mi?

- es mi mejor amiga- insisto, pero él parece poner los ojos en blanco.

Nada, una vez más he dejado de existir para él. Habla con Vane. Yo no puedo dejar de mirar enfrente. La sonrisa estática en su rostro, tan falsa como la de Judas, y no me contengo cuando pregunto en voz alta.

- Leia, ¿estás bien?

Va a contestarme con una frase hecha, lo veo venir cuando se muerde el labio y simplemente aparta la mirada. Eso es un no. Pero no tengo opción a preguntar más. Lo dejó claro esta mañana cuando decidió no saludar.

Totalmente divagando en el comedor y tras despedirme del novato me veo sentada a un lado de Alex gracias a su magica maniobra de persuasión y movimiento de ojazos repentino, me encontraba pensando en el siguiente movimiento para ganarle la apuesta sin embargo, definitivamente una de mis opciones en todo cuanto hacia,sin motivo a errar, nunca había sido el perder.Hay demasiada gente para mi gusto en nuestra mesa, de hecho es que Alex y yo deberíamos hablar sobre eso de o cambiarnos de mesa o perder de vista a algunos que se han tomado el sitio como suyo.Lamento no poner mucha mas atención el día de hoy creo que desperte con un presentimiento amargo y hasta este momento sigue estujandome una parte del estomago como cuando me da gastritis por evadir comidas una semana para entrar en un vestido fantastico y menor de mi talla.

Alex nota que estoy distante pero no se atreve a preguntarme o eso aparenta...de pronto un golpe en la mesa me sobresalta y me hace volverme de inmediato con una cara de que matare a alguien;bajo la guardía cuando me doy cuenta de la porquería que esta parada haciendole una escenita a mi BF, niego debilmente con un leve bufido y vuelvo a mi ensoñación...por dos segundos hasta escuchar a Alex diciendo las palabras limite y sonrio con firmeza, es que algo de mi goza cuando veo lagrimas que no son mias, pero en estos momentos creo que de nuevo ese hoyo en mi estomago me esta martirizando...definitivamente comere algo.Eso pienso mientras la chica recien despreciada por mi rubio consentido se marcha hecha una funda para herrería.

Tras todo el bullicio la nerd se sienta en nuestra mesa...¿Desde cuando se utiliza que las chicas que presentan discursos y sacan A+ se sienten con nuestro tipo de circulo?...¡ah, lo olvidaba!..ella es novia de el capitan del equipo, y bueno, no es fea y es una chica buena es solo que pienso que le hace falta mucha malicia para poder encajar en esta mesa.Pero en fín, aqui nadie me nombro la reina para disponer sobre su llegada. Tras de ello se que Alex no se quedara cruzado. Asi que es cuestion de momentos antes de que su hermanito Alex venga hacia aca con Laura, la rubia, en el camino.

Esa chica es guapa y se quedara con el puesto de la chica mas deseada solo cuando yo me largue de este colegio, mientras tanto me encantan sus pininos y sus ropas despotricamente desvergonzadas.¿Acaso es novia del chico?.No pregunto mas en mi mente, solo miro el pure que Alex me acerca y lo juro...no me apetece.Alex se apresura a intentar persuadirme de que no examine sobre el,pero sinceramente no pretendía hacerlo.

-bueno..estaba por ahi ocupada con nuestra apuesta y de otra forma sigo pensando que me encontrare por aqui entre este desperfecto de pure, el corazón de los ultimos de nuestras apuestas algún día-

sonrío...y por fin han llegado el par nuevo, Alex se nota incomodo y espero que no sea por la rubía.Necesito quebrar un poco el frío que se ha hecho presente.

-Alek cariño!! como has crecido..¡pero mirate!..hasta pareces un niño grande -

sonrio minuciosamente,Alex me gana las palabras preguntandole por su novia, es que en realidad hablamos poco pero el sabe que de alguna manera lo aprecio por ser el hermanito menor de la camada, mas bien lo sobreprotejo pero no todo el tiempo, solo...de vez en cuando.Estoy en ello cuando de pronto la puertezuela se abre...mis ojos se abren enormemente de la misma forma y se que el pure me ha manchado la blusa pues se me ha caido de la cuchara...mi manoesta en el aire sosteniendo el pedazo de metal y se que estaba temblando antes de bajarlo.

La presión me sube..¿o es que me ha bajado?...no puedo evitar mirarlo como se mira a quien se odia...y es que hoy, en el día menos pensado, al muy imbecil se le ha ocurrido volver como si nada.Paso saliva, me estoy sintiendo bastante mal y ya no se si es por que no he dormido bien, por que no he comido nada o por que el esta aqui...pero me falta el aire y Alex se ha dado cuenta.

Voltea a verlo junto conmigo...estoy demasiado dolida...mi mente lo recordaba asi, con su ropa desalineada, su chaqueta perfecta y su cabello al aire...con ese rostro lechoso que me robaba muchas noches mas de sueño por una buena causa...y sus ojos, malditos pedazos de cielo.¡Como le detesto!..¿por que jodidos me late el corazón tan fuerte? ¡no esto no es posible, yo lo supere hace ya tiempo!...jamas he hecho un drama por una insignificancia y esta vez no sera la excepción.intento parecer calmada, pero mi nariz esta respirando muy agitadamente.

-si..de los nuevos..un idiota de una vieja apuesta-

musito sonriendole maliciosa y segura , lo mas posible,buscando una servilleta para limpiarme la mancha en mi blusa,pero no duro mucho y pronto regreso mi insistente mirada a el..¿se acordara de mi?...¿es que no me va a decir nada?...¡pero es que no se puede ser mas imbecil!...a Alex le llama demasiado la atención que este mas preocupada por el nuevo que por mi perfecto outfit y se que empieza a angustiarse, esta sospechando de todo, no puedo permitirlo mas.Cada vez me siento peor, como una enfermedad. Creo que mis excesos me estan pasando factura,¿por que siento que pronto no podre mirar mas?.

Y de pronto ahi esta a lo lejos tomando una bandeja...me mira con esos ojos que me han hecho desvariar millares e veces desde que se fue y el corazón se me acelera como no lo hace por ningun otro.No se si sonreirle, si voltearme, si gritarle...solo se que lo odio, pero no lo suficiente para no quererlo aqui..creo que deseo mas lo segundo...Su desplante sin embargo acaba con mi seguridad quebrandome la perfecta barrera de inmutualidad que siempre muestro a mis demas....y entonces...entonces todo se calla a mi alrrededor cuando el se sienta cerca de la puerta y me ignora por completo. Algo se ha quebrado dentro de mi...o quizas solo es la taza que se cayo a la chica de la mesa de al lado.

La mente me da vueltas y me grita que no me recuerda...necesito comer algo, necesito tomar algo..¡necesito que lo maten!.

Miro a alex...y se que mi cara ha cambiado por que ahora si que me mira preocupado.

-No preguntes por favor..me siento algo mal,y please no me regañes es que no he comido esta semana...cosas de chicas,pero tranquilo ya pasara-

musito sonriendole,lo mejor que puedo, pero se que miento por que me siento peor, ya me miran de otras mesas, se han dado cuenta y no puedo quedarme mucho mas...tampoco es que pretenda hacer una escena pero tengo que salir de ahi antes de que me desmaye, por que conozco bien esta angustia en mi estomago y en mi cabeza..pero jamas la experimente en mi corazón...desde el día que se fue.

-creo que ire a por una aspirina...y vuelvo..¿Leia...te puedo encargar mi bolso?-

musito, algo queda...y me paro rapida por que me estan dando vueltas las cosas. Se que si no me apresuro voy a caerme.

En mi cabeza me suenan muchas cosas como mis padres, desordenes alimenticios, mis vicios, mis fiestas, mis conquistas, las motos, su cara y de nuevo eso que quiere gritar....la cara de Alex me dice algo pero yo ya no lo estoy escuchando.No puedo dejar que me pase nada aqui...lo recordara todo el colegio.

-no...acompañame por favor..-

camino lo mas rapida que puedo hacia la puerta del comedor,cierro un momento mis ojos mientras abro la puerta y no lo miro a el y no se si me ha mirado la puerta se esta cerrando tras de mi con mucho esfuerzo, Alex viene detras en el comedor aun y les ha dicho a los demas que volveremos para que no haya murmullos, de hecho le he dejado mi bolso a las chicas de la mesa. Pero se que no hay mas piso cuando me recargo en una pared pasando la puerta y tras un vertigo terrible mi cuerpo cae al suelo siendo mi ultima visión el techo y mi ultimo sentido los pasos de Alex corriendo hasta donde estoy , luego solo sombras y silencio.