**Sesión de Medianoche: LA CABAÑA DE LA BRUJA NEGRA**

Calada a calada voy fumando el pitillo. He dejado de mirar cuando el tipo empezó a meterle la mano por debajo de la blusa y ella no protestó, parece que hoy no se siente vacía, al menos no con él, curioso...el punto. De todas formas permanezco donde estoy, tranquilamente apoyado en el tronco del árbol y fumando con parsimonía. Cualquiera que me viese pensaría que sólo mato el tiempo. Pero sigue sin acabar de cuadrarme, que sí, que la chica es un poco putón lo sabemos todos. Al menos es lo que he oido en boca de todos. Tampoco es que haya estado aqui para confirmarlo concretamente. Pero...vuelvo a mirar, la verdad no parece muy entusiasta. He visto a amebas con más ganas. No pinto nada aqui, de todas formas. Estoy por irme. De hecho tiro lo que queda del cigarro y lo apago con el pie antes de dar media vuelta. He hecho muchas cosas poco éticas en mi corta vida pero propagar incendios no es una de ellas y no me apetece probar.

Ya he subido el pequeño eslabón de cuesta que me lleva al llano de la fiesta cuando me vuelvo a mirar un segundo, no por nada, sólo me cuesta dejarla allí, tampoco es que tenga nada que decir, es mejor así. Ahora está pegada al árbol con el tipo casi encima, bien, supongo que no es de las que necesita mucha privacidad, tampoco es que vaya yo a extrañarme ahora después del asuntito de la ducha...frunzo el ceño sin embargo, antes de girarme de nuevo y volver a la fiesta. No sé que és, algo en la postura...

Me encuentro a los mismo de siempre con las mismas historias de todos los días pero no veo al otro tio de scream, ni, ahora que me fijo, a la parejita de mattel...¿donde coño se han metido? Y cuando estoy recogiendo una de las cervezas que he guardado previamente y la abro para darle un sorbo recuerdo la postura de la niña y sé lo que anda mal. Como en un golpe de efecto. No lo estaba acercando a ella, lo alejaba, era una postura defensiva.

No me paro a pensar por qué, sólo tiro la cerveza y vuelvo sobre mis pasos a toda leche. No me equivoco, pienso cuando estoy llegando, parece asustada. Sólo conozco una manera de actuar, pega primero, pregunta después. Es la ley de la calle. Podría no mancharme las manos pero le doy un puñetazo para tumbarlo porque con el nivel de cabreo, ansiedad y demás que llevo dentro podría mandarlo de un gesto al otro barrio y luego eso de deshacerse del cuerpo es un coñazo...

- ¿estás bien?

Le pregunto a ella. Creo que sí pero no estoy seguro ni me da tiempo a comprobarlo. Se lanza a mis brazos tan de repente que no atino a abrirlos lo suficiente como para cogerla. Tan pronto como me abraza me suelta y se aparta mirandome con recelo. Esta si que es buena...

- a ver niña...decidete...o me adoras o me odias las dos cosas no pueden ser...-y sonrío de medio lado porque sé que eso va a cabrearla, pero mejor cabreada que asustada, no me gusta verla así- ¿qué pasó?, ¿cambiaste de opinión y el chaval no entendió el no?...eso te pasa por largarte con un capullo...¿nadie te ha dicho todavía que no hables con extraños?

Claramente ha debido darse un golpe en la cabeza. Un momento me mira con extrañeza y casi con desconfianza y al otro me abraza y me da un beso rápido en los labios. Mi cara de poker debe ser un poema. No tengo idea de lo que le pasa, de porque no coordina ni de porque sigue asustada. No creo que sea la primera vez, tampoco, que le pasa algo así si tiene por norma largarse a ninguna parte con cualquiera. Si, estoy un poco mosqueado por eso. Sólo un poco.

Y ahora habla, aturrullada, sobre la otra noche, y no sé a cual se refiere, pero le quita la máscara al tipo y lo reconozco, pero todo lo demás no tiene sentido.

Primera norma para cualquier situación complicada. Calmarse y pensar con claridad. Me acerco a ella, cogiendole las manos para que deje de hacer aspamientos. Bajo la mirada un segundo fijandome en el corset aún abierto, ya mostraba poco la niña...y arqueo una ceja, molesto, a la vez que uso ambas manos para volver a atarselo. Le doy un beso en la frente y la suelto para acercarme al tipo y arrodillarme a su lado. Le doy un par de golpecitos.

- despierta bella durmiente...que tienes que explicarme un par de cosas

Le digo en tono duro. El hombre abre los ojos, sí, pero sonrie con frialdad, no parece asustado en absoluto, ni tampoco molesto o dolorido, sólo sonríe por un par de segundos y luego...desaparece. Parpadeo. Estoy mirando el suelo donde antes había un cuerpo.

- tranquila...calmate...

Me sale un tono tan duro como el usado para él, pero es que estoy dandole vueltas al cerebro para encontrar lógica y no la hallo. Me levanto, voy hacía ella y la miro, cogiendole la barbilla con los dedos. empiezan las preguntas, sólo la cojo de la mano, apretandosela con fuerza para asegurarme de no perderla por el camino y empiezo a subir la cuesta. Cuanto antes salgamos del bosque mejor.

- no sé qué era...ni por qué te seguía...no soy omnipresente...no lo sé todo...el libro que buscan no sé cual es, pero apuesto a que uno de los nuestros, el de Lerman probablemente...

Aprieto más fuerte su mano y me giro varias veces para mirarla a la cara.

- no te asustes niña...sólo tenemos que ir con los demás y estaremos bien...tú estarás bien...no creerás que voy a dejar que te pase nada ¿no?

En cuanto salimos del bosque sin embargo, inspira, se aparta el pelo y vuelve a erguirse mientras se suelta de mi y me mira otra vez con rencor. De verdad que no la sigo.

- ¿Qué te he hecho ahora?- pregunto con resignación mientras me paro al hacerlo ella. Busco de todas formas a los demás con la mirada.

Lo cierto es que apenas oí lo que decían, mientras mi hermano me miraba mal y Laura, mucho más cariñosa me acariaba la espalda como otrora lo hacía mi madre. Pero eso no me hizo sentir bien, porque el estomago me dió un vuelco y empezó a bailar reguetton sin mi permiso, cosa que me llevó a dar un par de arcadas y a Laura a apartarme de su cuerpo para ponerme en otra posición, mucho más comoda para vaciar liquidos.

Tampoco escuché mucho mientras echaba los restos, ya tenía bastante con el latido en la sien y el malestar en el vientre. Lo que faltaba es que me retumbasen los oidos también, cosa que empezó a suceder en un punto, a medida que también la visión se me hacía borrosa, y sintiendome así, como una mierda, aún no podía dejar de sonreir...la maria es buena.

Sé que protesto en algún momento, diciendole que no soy un niño, que ella no es mi madre y que no quiero joderles la fiesta, pero nadie me hace caso. También sé que en algún momento discuten ellos dos, pero no por qué o quién sale ganando aunque apostaría mi brazo por Laura. Sobre todo porque mi mi hermanito es muy dócil mientras no le llega la sangre al cerebro...luego es otro cantar.

Y de pronto me levanto, porque ya puedo mantenerme en pie e intento caminar hacía la fiesta porque me siento culpable de haberlos separado, por mucho que no me guste que esten juntos, y le digo algo a ella pero no acabo de pronunciar bien, lo intento otra vez y me corta alguien, pegandome en la cara. Creo que es Alex así que le digo:

- lo siento tío...

No me da tiempo a más, pero cuando llevo el primer golpe en el estomago me doy cuenta de que son varios y que no les veo la cara, me toco el vientre intetando conterner el impulso e intento avisar

- en el estomago no...

pero me cae otra y no puedo contener la nueva arcada le vomito encima a alguien, que se cabrea, pero no sé quién y yo me siento un poco mejor tras haberlo echado, Laura está gritando, intento centrarme y mantenerme para ayudarla, la cogen por detrás, me despejo un poco pero no me sostengo, sólo puedo gritar

- !dejadla¡

Un golpe más, este en la cabeza, un sonido sordo, el mareo, y caigo al suelo. Todo se nubla.

No sé ni para qué pregunto, cuando sé que siempre encuentra algo que restregarme. Ahora resulta que le debo explicaciones. ¿Por qué? ¿Por un polvo que ella provocó y que "la hizo sentir vacía" o por el interludio en el asiento de atrás de su coche, que tampoco significó nada? O quizá porque a la niña se le dió por ponerse nostalgica el sábado y decidió que me quería a mi hasta que vea el próximo par de zapatos, claro...

Niego con la cabeza y suelto un resoplido poco fino. Pero tiene su gracia. Aqui me ven, muertito por comermela a besos cuando no le importo un bledo y es ella la que tiene más que decir...Le partiría la boca de mil maneras y la estrangularía también por mil causas, pero decido contestar.

- ¿la rubia y la pelirroja? ¿de eso va esto?- y cojo un mechón de su pelo entre mis dedos, acercandome a ella mucho y sosteniendolo delante de su vista- a ver si te enteras niña- bajo la voz hasta hacerla casi un susurro- que a mi sólo me van las morenas...- y sonrío, sardonicamente antes de soltar su pelo y acercar mi mejilla a la suya, hasta posarla- ya te lo dije...y no soy yo el que se va al bosque con un extraño...

Pero aunque quiero no me da tiempo a hacer o decir nada más, el rubio acaba de aparecer, agitado y hablando apuradamente. Al parecer no somos los unicos en problemas. No es que me conmueva que el rubio menor no sepa beber, pero tal como está la noche mejor vamos a ver y lo sacamos de aqui lo antes posible. me preocupa que la gente se desvanezca en mis narices, sobre todo cuando antes me miran así.

No tiene que repetirlo, no la cojo de la mano porque apuesto algo a que protestaría, pero no la pierdo de vista mientras me aseguro de que ambos me siguen. El rubio tipo Ken me va guiando a medida que acelero y llegamos a un trozo de bosque sin nada en particular más que un par de troncos caidos. A mi me parece como cualquier otro cacho de hierba pero él dice que está seguro de que es allí y por el grado de preocupación en su voz no lo pongo en duda. Así que busco y encuentro. Ramas rotas, hojas aplastadas, sangre en la tierra...señales de pelea. Creo que puedo adivinar quién ha salido perdiendo.

y entonces recuerdo otra cosa, algo que dijo Vane hace poco, y me vuelvo a ella.

- ¿Qué era lo que decía el tipo? el tipo del bosque- y me sale con rencor, no puedo evitarlo: -ese con el que tenias pensado pasar la noche...buscaban un libro, pero dijo algo más...sobre la cabaña

Asiente, y confirma que habían hablado de nosotros, los seis, en la cabaña.

- Vamos- digo, y esta vez sí la tomo de la mano, diga lo que diga- si nos querían en la cabaña es allí a donde los habrán llevado...

No nos equivocamos, pero debimos preveer otro tipo de entrada. Alex sube los escalones de dos en dos sin medir peligro o consecuencia y tres tipos con sendas y exactas vestimentas le salen al encuentro. Yo estoy solo dos escalones por debajo con Vane firmemente sujeta entre mis dedos. Alex me mira, como buscando confirmación y yo sólo niego con la cabeza. Soy el primero en dar ostias cuando lo considero oportuno pero si aqui hay tres dentro habrá más y siguen teniendo a Lerman y al pequeño de los Kaiser. Es hora de pensar y escoger el momento.

Parece entenderlo porque baja los brazos. Lo siguiente que recuerdo es abrir los ojos y encontrarme esposado a una silla con un fuerte dolor de cabea y un pitido en los oidos. Una rápida mirada alrededor me confirma que sólo falta Leia. Por suerte ha decidido no venir. Vane está enfrente de mi, algo despeinada, con sangre en las muñecas de tanto intentar soltarse pero bien. Todo lo bien que puede estar. Lo primero que hago es sonreirle para darle confianza.

Compruebo el estado de los demás, a los unicos que han esposado es a los chicos, las chicas sólo están atadas. Alek no parce llevarlo muy bien, está inconsciente y parece haber llevado una paliza importante. Laura está algo mejor, ahora mismo preocupadisma porque el rubio aún no despierta.

Seis en total, dentro. ¿a qué huele? Parece algún tipo de combustible, también veo velas y sombras, sombras oscuras desplazandose alrededor de los circulos trazados en el suelo. Reconozco el dibujo, no es para que las sombras no entren si no para que nosotros no salgamos. No han escogido bien el lugar.

La niña no está malherida, lo compruebo tras hacerme una composición de lugar, y milagrosamente tampoco histerica, de hecho estaba mas cabreada antes en la fiesta, esa es una de esas cosa que he de tratar con ella, pero no es el momento desde luego. la veo preocupada, mira a un lado y a otro y su mirada refleja angustia pero no histería, la diferencia es importante. Siempre supe que era una superviviente. Le sonrío de nuevo cuando nuestras miradas vuelven a cruzarse tras evaluar a las demás. Laura sí está practicamente histerica, pero creo que es porque el rubio no abre los ojos más qu epor la situación en sí. Lo que yo veo sin embargo es otra cosa y se debe más al entendimiento logrado en un solo gesto antes de que esto brotase, hace nada, en el porche. El rubio está consciente. Lo sé por la respiración, sólo que ha decidido no mostrarlo todavía. Al final voy a tener que creer que no es tan tonto como su rol social indicaría.

Alek es otra cuestión, se está desangrando lentamente, las heridas son vistosas, como esta cosa que me sale de la cabeza y no cesa de resbalar por mi mejilla, viscosa y caliente, pero no estoy seguro de su profundidad ni podré saberlo hasta que lo examine. Para eso he de incorporarme. Pero si hago algo como eso uno de ellos acabará muerto y es imposible saber quién. Y eso con suerte. Las condiciones no están a nuestro favor, sobre todo porque no conozco a esta gente, no sé cómo reaccionan.

Los tipos que nos tienen así están esperando algo, nos informan de lo que tiene pensado para nosotros, no es muy original, quieren que hagamos algo, supongo que esperan que usemos algún hechizo colectivo, no saben que estos aún no tienen ni idea de lo que son o pueden hacer. Miro a Laura por un segundo, quizá ella...

- no te precocupes rubia...-digo en tono risueño con total despreocupación para llamar su atención, y el golpe en la boca no consigue hacerme callar- encontrarás otro Ken si este no despierta...

Consigo al menos que levante la vista y me mire un segundo. Espero que entienda mi gesto, sólo necesito que este alerta, es la unica que puede hacer algo, aperte de mi.

La mente trabaja deprisa pero aún no tengo idea de cómo vamos a haerlo cuando el tipo del bosque, juraría que es el mismo, se detiene ante Vane y retiene toda mi atención. Me mantengo en silencio, echandome un poco hacía delante, pero el tipo saca una navaja y se la pone al cuello, lo cual me deja sin mucho tiempo para seguir evaluando opciones.

- ¿no te han dicho que no es así como se trata a una señorita?...

Tampoco es que esperase que me respondiese. Otra vez le preguntan sobre el libro. Resoplo y contesto en su lugar.

- ¿no ves que no sabe nada imbecil? ¿por que no lo intentas conmigo?...a lo mejor me convences para que te cuente algo...eso sí, sin lengua por favor...y te cuento cómo me tiré a tu puta madre...

Una pena que no entre al trapo el muy anormal, pero al menos gano tiempo antes de que él le pinche la garganta, es sólo un punto, pero la gota de sangre en su cuello me nubla la vista y no puedo evitarlo. Nunca puedo cuando me cabreo de verdad o cuando siento angustía o ira. Ahora siento todas esas cosas y ni lo pienso. el tipo sale volando y aterriza contra la pared rompiendose varias vertebras antes de que pueda impedirlo. Debí contenerme pero ahora ya está y no hay tiempo. Así que lo próximo es levantarse en cuanto el siguiente se acerca diciendo que ya era hora de que demostrasemos lo que somos.

- Para hacer esto- advierto levantandome al tenerlo cerca y enseñandole las manos libres- no es necesaria la magia imbecil...sólo un par de detenciones antes de los quince...- y le doy un puñetazo en la cara. mientras le parto la nariz soy consciente de que otro se acerca por la derecha y que no podré con todos, pero entonces es rubio estira una pierna y lo hace caer y antes de que me de cuenta ya le ha dado una patada en la coronilla con todas sus fuerzas...ni parpadeo, si me lo tengo que jugar todo a una carta sé exactamente por quién apostar. Así que en lugar de soltar a Vane voy directo hacía la rubia, la desato con rapidez y la cojo fuertemente de la mano, poniendola de pie.

Cuando los otros cuatro se enfrentan a nosotros directamente tras reponerse de la sorpresa estoy listo.

- Sólo sientelo- le indico a ella, aunque sé que no podrá ni evitarlo, en cuanto yo lo mande a través de su cuerpo su propia oscuridad se despertará, ampliandolo. Aprieto las manos, bajo la vista y no me atrevo a mirarla.

Las sombras que nos rodean se revuelven, se retuercen y se mueven, son parte de nosotros, de ella y de mi, y saben lo que va a ocurrir, ya lo están disfrutando. La oleada de poder es como un tsunami, que todo lo envuelve, sólo soy consciente del deseo de expulsarlos, de la oscuridad envolviendonos y de cómo vibra mi sangre, burbujeando desde dentro. Pero cuando vuelvo a ser consciente de lo que me rodea los tipos no están, y las sombras se han concentrado en el techo, justo encima de nosotros dos.

- hay una buena y una mala noticia- afirmo poco después, consiguiendo volver en mi a duras penas, aunque noto que otra vez me sangran los ojos, es algo que ya resulta habitual- la buena es que ellos no pueden entrar

sin perder más tiempo me agacho ante Vane y empiezo a desatarla.

- la mala es que tampoco podemos salir- no sin romper antes los circulos en el suelo, y no tenemos idea de cómo se hace- ¿estás bien mi niña?- en realidad no busco oirlo, más bien le levanto la cara y miro yo, tras comprobar la pequeña marca en el cuello.

Quisiera besarla, pero no voy a hacerlo en un sitio tan lleno de gente. Así que me conformo con apretarle la mano, sonreirle y obligarla con los dedos a sonreir también.

- no escoges nada bien a tus compañeros de cama, ¿viste?- es una broma pero creo que sirve para romper el silencio brutal y los sonidos de angustía alrededor.

Pasar los brazos a su cintura y bajar el cuello es un acto reflejo cuando me abraza, pero si sonrio es por lo que dice en mi oido. No deja de tener razón...

- es verdad...y sería una pena- respondo, siempre bajo y la suelto con pereza porque hay que centrarse. Una mirada alrededor me dice que no acaban de pillar aún en la que estamos metidos.

Alex sigue inconsciente pero Lerman ya está con él, le ha limpiado la sangre con un trozo de tela salido de su propio atuendo y le ha puesto la cabeza recta, así que ya no hay peligro de que se ahogue con su propia sangre. Es un punto a favor, en algún momento mientras yo sólo fuí consciente de mi niña le ha desatado también las manos a Alex, cosa que me sorprende y que anoto mentalmente como "la rubia tiene potencial". Alex se ha incorporado y se ha acercado también a cuidar de su hermano, busca algo alrededor, entiendo que algún liquido que darle porque es lo que yo buscaría. Pero no creo que lo encuentre donde estamos.

Me acerco también, para ver en que puedo ayudar, y es entonces que la rubia con la rabia reflejada en la mirada decide que hay que volarlo todo, le diría que no es buena idea y me molestaría en explicarle por qué si creyese que va a escucharme, pero no va a hacerlo, es tan receptiva como yo hace un momento, cuando la navaja pendía del cuello de Cabot. ASí que cuando empieza a recitar sólo le tiendo la mano y la dejo hacer, mejor fuera que dentro, que decía Shrek.

Y lo volamos, claro que lo volamos, o sería mejor decir que lo implosionamos, más correcto, porque es hacía dentro de la mismisima tierra a donde van a parar las tablas que antes componían el suelo. Los circulos ya no se ven pero siguen allí. Los siento. Es lo que tiene la magia. No se puede borrar como si fuese tiza, y esta, la que nos contiene, es fuerte.

Pero decido que es mejor que lo descubran por si mismos, cada vez que les digo algo al respecto la toman conmigo, como si fuese yo quién decidiese que las cosas sean así. Las paredes resisten, aunque a duras penas. Para colmo empieza a llover, ahora me echaran la culpa también de las goteras.

Mientras busco la forma de conseguir un poco de agua de lluvia para darsela al rubio inconsciente el otro rubio empieza a gritar y no le prestaría atención si no me estuviese gritando a mi.

- ¿qué le has hecho?- dice, una y otra vez y mira a Laura. La miro yo también. Ojos oscurezidos y mirada turbía. Si, me suena.

- ¿yo?...se lo está haciendo ella misma...si quieres ayudar deja de gritar y consigue que se relaje.

Si...y pronto. Antes de que las sombras consigan de ella poder suficiente como para entrar y unirse a su ira.

Por fin consigo hacer con mi manga un embudo y acercarlo a la boca del rubiales y mojo un poco sus labios con el agua de lluvia, en cuanto tose un poco me aparto y Vanesa se queda en mi lugar. Me saco la chaqueta y la pongo sobre sus hombros porque apenas lleva ropa encima y me vuelvo hacía los otros dos.

- Si no vas a hacer que se relaje lo hago yo...y mis métodos puede que no sean tan suaves...- señalo

Dejar que Alex se ocupe, claro que sí, es cosa suya...yo ya tengo bastante con esa miradita extraña que me acaba de enviar la morena terca que me roba los sueños. ¿qué ha sido eso? Casi parece preocupada por mi, pero ¿por qué habría de estarlo? Yo estoy bien, apenas tengo un golpe en la cabeza que ya ha dejado de sangrar, y el mundo hace tiempo que no me da vueltas.

Me acerco, arrodillandome a su lado para ver cómo sigue el lacerado y veo que está haciendo un gran trabajo, le ha mojado la frente y los labios y el tío parece respirar con normalidad. Tose alguna vez pero tiene el pulso firme. Asiento con la cabeza, aprobandolo y supongo que despertará en su momento. Se ha llevado una buena paliza, es normal que el chaval duerma un poco.

- umm...¿y trajecito de enfermera tienes también?- pregunto en voz baja mirando hacía ella, que también está agachada frente al rubio menor.

Es curioso, no le he quitado ojo en toda la noche y es la primera vez en que me fijo que esa cosa que lleva puesta, que más que un disfraz es algún tipo de vestido fetichista, tiene cola. La caperuza con orejitas si llegué a verla, aunque ahora estará aplastada y perdida en algún lugar del bosque. La recojo con una mano, sacandola de entre sus piernas, en el suelo, cuando está a punto de pisarla y la retengo un momento entre mi dedos.

- ¿en serio?...¿con colita y todo?- alzo una ceja sonriendo.

Pero el rubio tras un rato de dulzuras variadas y mucho tacto no ha conseguido que la rubia vuelva en sí, y conozco demasiado bien la sensación como para no saber que puede ser mucho más fuerte que tú y que se necesita algo más que un par de palabras para volver del lado oscuro cuando este intenta arrastrarte.

- ahora vuelvo...

Le digo y me levanto para ir donde ellos. Aparto al rubio diciendo:

- Con un poco de acción hubieses acabado antes...

Y cuando lo aparto levanto el brazo con toda la intención de darle un bofetón y que vuelva en sí de vez, pero el rubio parece verlo venir y protesta cogiendome el codo e impidiendome hacerlo. Lo miro, me encojo de hombros y opto por la segunda opción, pero antes de hacerlo lo miro con brusquedad y advierto:

- o la besas tú o lo hago yo...pero rápidito...

Una vez encauzado el tema de la rubia, a saber, cosas que te sacan del limbo cuando estás a punto de cruzar: una buena ostia, una patada en los huevos (no creo que le sirva a la rubia) u otra emoción más fuerte que la que te mentiene retenido, en mi caso alguna vez fue la lujuria, de ahí el beso...aunque supongo que estos dos tiene sus propias emociones que recrear...Los dejo solos y vuelvo con ella en cuanto la chica empieza a reaccionar, asumiendo que sabe de qué iba aquello comento.

- ¿tú amiguito es siempre tan lento?- no es por nada, pero aunque útil sigue sin caerme bien. Será porque es rubio, quaterback, rico y petulante.

El chico Alek tiene ya color en la cara y parece cómodo. Y pienso que nos queda un buen rato de estar allí, para empezar porque no sabemos cómo salir. Así que decido ponerme lo más comodo posible para pasar las horas que han de venir. Y me siento a un lado del rubio, ajustandole la chaqueta del hermano para cubrirlo y que no tengo frío, suspirando porque al menos no hay goteras justo encima de nosotros. Y estiro las piernas antes de hacerle un gesto a la niña para que se venga y se siente. no es por nada, pero he aprendido que prefiero tenerla cerca, venga lo que venga la niña a tiro de piedra. No sé si pasa de mi o es que no me ha entendido. frunzo el ceño y vuelvo a indicarle con la cabeza que se siente conmigo, de hecho separo las piernas para que lo haga entre ellas, a nadie le extrañará que nos acomodemos, más que nada porque hace frío y obviamente la parejita lo harán juntitos.

- ven aqui niña- acabo diciendo en voz alta- nos queda mucho tiempo por delante, es mejor que intentemos descansar un rato.

Terca como una mula se mueve y pasa por delante de mi con un gesto hosco. Suspiro y la retengo de la mano haciendo que se pare en el camino a mirarme por lo menos, y cuando consigo que lo haga alzo una ceja y tio de ella hacía mi. Esta vez se deja llevar aunque no parece muy contenta, pero de igual forma la abrazo en cuanto está sentada y la obligo a recostarse en mi, para mantenerla cómoda.

Como suponía la parejta se acomoda pronto al otro lado del rubio, con ella aún temblando por el flujo de emociones que acaba de dejar pasar. Le hago un gesto a él y comento en voz baja pero suficiente para que me oigan, sin soltar a Vane.

- Los circulos en el suelo, salvia y algún rito antiguo...los reconozco de un dibujo, están ahí para no dejarnos salir, por eso no llegaste a la puerta...no sé cómo se borran...

Lo que me queda por decir pero creo que todo el mundo entiende es "más nos vale pensar en algo" Pero estamos todos muy cansados y pronto los primeros se quedan dormidos. Laura la primera, Vane cabecea un poco y luego soy yo el que cierra los ojos y queda traspuexto un rato.